lunes, 22 de mayo de 2017

Se desenmascara el golpe blando en Brasil #Lecturas

AMOR VENCE O ÓDIO

Las recientes denuncias por coimas y corrupción contra el usurpador Michel Temer y varios de sus aliados, incluyendo el senador Aécio Neves, presidente nacional del PSDB, “desenmascaran en definitivo el bloque golpista” que derrocó vía parlamento y mediante un proceso de impeachment a Dilma, sentencia con una Nota oficial la Comisión Ejecutiva Nacional del PT a la vez que se suma al pedido de las calles de #DireitasJa.

Con Temer acorralado, “constatamos que Brasil sigue siendo tan latinoamericano como siempre. La crisis tiene una dimensión regional...", dice el historiador Leandro Morgenfeld y en Revista Anfibia y en entrevista por AM750.



Por su parte el senador federal por el Estado de Pernambuco y Parlamentario del MEROCSUR por el PT, Humberto Costa, opinó que:


“La única salida para esta crisis es darle al pueblo la posibilidad de escoger un camino que le sea adecuado. Por esta razón, nosotros estamos luchando por una enmienda para hacer un cambio en la constitución y tener elecciones directas este año. Esta es la única salida democrática. Quizás deberíamos hacer elecciones generales, incluso para el Congreso Nacional, que está hoy también sin ninguna condición de estar representando a la población brasileña”.

La alianza entre Temer y Macri es analizada por Nuestras Voces: "Dos gobiernos que vinieron a gobernar para las empresas y las corporaciones, y reiteran un relato centrado en el latiguillo de los ‘males’ heredados”.

Su impacto en las próximas y casi inmediatas elecciones de medio término en Argentina tiene su espacio en Agencia Paco Urondo a través de este el escándalo de sobornos de Oderbrecht: “Desde el gobierno temen por las consecuencias de la difusión de datos judiciales que salpiquen a Macri y a su entorno en relación a las coimas del gigante de la construcción brasileña”Relación que destacó también Cristina Fernández de Kirchner.


Evo Morales aprovechó Twitter para expresarse y recordar el distinto tratamiento que tienen los países suramericanos en los medios hegemónicos internacionales y sus patas nacionales, de la CNN pasando por O Globo a Clarín.




Finalmente, esta idea del utilitarismo de personajes que se desgastan a través de la manipulación de la imagen por parte del marketing político, herramienta predilectica de los neoliberales, es profundizada entre los blogueros de RT por Alfredo Serrano Mancilla quien escribe que ” …estos nuevos golpes siempre cuentan con un ejecutor que se queda en el cargo mientras la derecha gana tiempo para buscar al verdadero candidato que debe gobernar el periodo posterior.”





1-Entrevista a Humberto Costa:

Contexto Nodal:
El diario O Globo reveló que, en una grabación, el presidente Michel Temer avaló la compra del silencio del ex jefe de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, para ocultar la corrupción en Petrobras. Cunha está condenado a 15 años de prisión por su participación en el caso de la petrolera estatal. La oposición pide la renuncia del mandatario y que se convoque a elecciones.

Por Nadia Luna 

Humberto Costa es un médico y político brasileño. Actualmente desempeña el cargo de senador federal por el Estado de Pernambuco y es el líder del Partido de los Trabajadores (PT), principal fuerza opositora, en el Senado Federal de Brasil. Fue ministro de Salud (2003-2005) durante el primer gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.

En entrevista con Nodal, habla sobre la grave crisis por la que está atravesando Brasil: la situación de Temer, el reclamo de gran parte de la población por elecciones directas y la posibilidad de que Lula sea candidato.

¿Cree que Temer tiene que renunciar luego del escándalo en el que está envuelto? ¿Corresponde hacerle juicio político?

Sí, yo creo que el presidente Temer tiene que renunciar lo más rápido posible. Nosotros estamos involucrados en una gravísima crisis política, solo similar a la que tuvimos en 1964. Creo que no tiene condiciones políticas ni morales ni apoyo suficiente para mantenerse en el poder. Ya hay muchos pedidos de juicio para la apertura de un proceso de impeachment, pero creo que no se va a esperar a eso. Creo que en esta semana va a hacer su renuncia.

¿Considera que realizar elecciones directas, como muchos están pidiendo, es la salida a la crisis política que está atravesando Brasil?

La única salida para esta crisis es darle al pueblo la posibilidad de escoger un camino que le sea adecuado. Por esta razón, nosotros estamos luchando por una enmienda para hacer un cambio en la constitución y tener elecciones directas este año. Esta es la única salida democrática. Quizás deberíamos hacer elecciones generales, incluso para el Congreso Nacional, que está hoy también sin ninguna condición de estar representando a la población brasileña.

¿Cómo es el clima que se vive en las calles en estos días? ¿El descontento de la gente es algo que ya venía creciendo en los últimos meses?

Hay mucho descontento y mucha ira en la población por la situación que estamos viviendo. Esto es porque los golpistas han transmitido a la población la idea de que cuando se fueran Dilma y el PT, la situación iba a estar totalmente resuelta. Y esto no es verdad. Por el contrario, estamos viviendo una crisis mucho más grave, que incluye la situación económica. En las calles hay un clima para hacer el cambio: más del 90% de la población quiere elecciones directas para elegir presidente de la República.

Más allá del escándalo de corrupción, ¿cómo han sido las políticas que viene implementando Temer?

Las políticas que están siendo implementadas por Temer son políticas que buscan desmantelar las acciones de los gobiernos del PT. Especialmente en el área social. Básicamente, es un programa de trasfondo neoliberal que busca disminuir el tamaño del Estado en las políticas sociales y crear una situación para beneficiar a los sistemas financieros, que son los principales partidarios de este gobierno.

En caso de realizarse elecciones directas, ¿cualquier candidato podría presentarse? ¿Cree que Lula se presentará?

Si hay elecciones directas, es posible que cualquier ciudadano pueda participar mientras que no tenga una condena en un tribunal. Lula podría participar de las elecciones. Sin embargo, al ser solamente para cumplir un año y medio de mandato, no creo que vaya a disputar el cargo de presidente de la República.
NODAL

2-Temer y Macri:

El cambio con Temer y Macri

Por JUAN LABIAGUERRE


Actualmente tambalea institucionalmente el régimen de facto de Temer en el Brasil, y durante el próximo mes de octubre la alianza “Cambiemos” pasará por una prueba de fuego electoral en la Argentina. Dos gobiernos que vinieron a gobernar para las empresas y las corporaciones, y reiteran un relato centrado en el latiguillo de los “males” heredados.
La asunción de un gobierno de “derecha liberal”, como el presidido por Mauricio Macri, junto al golpe de Estado disfrazado contra Dilma Rousseff, forzado por una entente parlamentaria sumida en una corrupción extendida, dan cuenta del pretendido retorno de un neoliberalismo ya agonizante a fines del siglo pasado. Los términos utilizados por esta corriente ideológica (en lo sustancial político-económica) semánticamente resultan ambiguos, insustanciales y encubridores de la realidad social que generaron, y hasta ahora continúan haciéndolo, las derivaciones fácticas de la aplicación de esta “doctrina”.

De acuerdo a dicha concepción, se procura equiparar al mercado a un ente naturalizado que regularía igualitariamente el devenir de la sociedad, aunque las “leyes” de su accionar concreto están invadidas -en su integridad- por relaciones socioproductivas asimétricas, con flagrante dominación de los factores del capital sobre los correspondientes al trabajo. Los dictámenes mercantiles remiten a aquellas propuestas obviamente de manera interesada, sin ningún ambage, por los grupos económico-financieros, y sus adláteres mediáticos, concentrados y hegemónicos.
Además, la expresión “inversiones” es ambivalente y, por medio de la implementación del dogma neoliberal, deviene prioritario el sentido esencial de adquisición de diversas mercancías o servicios, a fin de expoliar a sus usuarios, apropiándose de rentas discrecionales, intereses cuasi-usurarios, dividendos arbitrarios y plusvalores indiscriminados. El significado de inversión en una economía real alude al financiamiento del desarrollo productivo, a través de actividades provechosas desde una perspectiva colectiva y mínimamente comunitaria: esgrimir igual vocablo en operaciones heterogéneas -y hasta antagónicas- con relación a los aspectos cruciales de ellas implica distorsionar, en forma malintencionadamente engañosa, el sentido de las bases sustentadoras de las “fuentes de riqueza”. Esa confusión tramposa induce a ubicar en el mismo plano la creación de bienes materiales y la explotación, mediando su comercialización meramente especulativa financierizada, cuando en realidad se trata de dos procesos radicalmente diferenciados, y eventualmente contrapuestos [Sayer].
Los Estados gestionados por la alianza “Cambiemos” en la Argentina, y por la presidencia provisional de Michel Temer en la República Federativa vecina, reiteran un relato centrado en el latiguillo de los “males” heredados de los gobiernos precedentes, entre los cuales prima como caballito de batalla la apelación al accionar corrupto de aquéllos. Mientras tanto, día a día se “destapa la olla” sobre las imputaciones -ampliamente fundadas- acerca de las irregularidades delictivas de los miembros, y allegados, de ambas nuevas administraciones públicas limítrofes, coincidiendo en las puestas en escena, por vía de montajes divulgadísimos por el “periodismo independiente”, destinados a ocultar su incapacidad evidente en pos de gobernar en dirección a la realización del bien común o del bienestar general. Dada su matriz empresarial privada, intentan legitimar infructuosamente (pese al apoyo abrumador de los medios de mayor circulación y/o audiencia) el carácter hipotéticamente indispensable de los mega-ajustes fiscales tendientes a “sincerar” los respectivos presupuestos nacionales, dados los supuestos y monumentales desarreglos contables provocados por las anteriores presidencias, redistributivas y progresistas.

En cuanto a las denuncias en referencia a las corruptas demagogias populistas, tanto del Frente para la Victoria kirchnerista, como del Partido de los Trabajadores (Lula – Dilma), el cinismo de los “liberadores” argentinos, y de los destituyentes brasileños, alcanza su extremo paroxismo, si se consideran los señalamientos dirigidos a los integrantes del neoconservadurismo ahora gobernante en los dos países. Por caso, Macri asumió la presidencia encontrándose procesado -luego “sobreseído” por su partido judicial adicto-, idéntica situación a la del designado presidente del BCRA, aun sin sobreseimiento en la causa por el “megacanje” de la pretérita “Alianza I”, hace 15 años, que condujo al derrumbe institucional de la nación. Por otro lado, el principal propulsor del juicio político a Rousseff debió renunciar a su banca parlamentaria, debido a su implicación en enormes hechos de corrupción, al tiempo que a la presidenta suspendida se la enjuició por un mero “pedaleo fiscal”, que no constituye delito alguno, sino una desprolijidad administrativo-contable, por otra parte “admitido” de modo consuetudinario a escala transnacional.

A pesar del actual déjà vu neoliberal, al reanimarse artificialmente un cadáver incinerado, como si fuera el “ave fénix” -aunque se lo creyera bajo tierra de manera terminal y absoluta-, esta vertiente teórico-práctica de la política económica atraviesa en nuestros días una coyuntura intelectual crítica. Asistimos a un cuestionamiento severo a la credibilidad masiva que afrontan los programas neocon, en contraste con los gobiernos reguladores y “redistribucionistas” recientes, en el contexto latinoamericano, dentro del marco de la crisis financiera planetaria globalizada. Sin embargo, las elites minoritarias dirigenciales que fomentan el renacimiento del neoliberalismo continúan manipulando su permanencia en el poder, institucional o “de hecho”, en aras de preservar su dominio sobre la mayoría de los estratos sociales en sus países [Lebaron].

Esta corriente política reaccionaria carece en la actualidad de los atributos característicos, ni de los recursos propicios, que detentaba otrora a fin de imponer su hegemonía incondicional. No obstante ello, las corporaciones concentradas predominantes de la economía mundial, sobre todo los centros del poder financiero y mediático que someten a la aldea global a sus designios arbitrarios, conservan su “status” prevaleciente. Los presupuestos axiomáticos, y su prognosis consiguiente, de una concepción teórica refutada empíricamente en innumerables experiencias, llevadas a cabo en distintas sociedades durante varias décadas, y vinculados a la hipotética eficiencia natural del funcionamiento del mercado, cayeron en una profunda inverosimilitud colectiva, al haber engendrado en los países europeos -por ejemplo- un incremento exorbitante de la precariedad y la inequidad en las condiciones integrales de existencia entre los habitantes del “viejo continente”. Asimismo, el conservadurismo liberal tampoco cuenta con el apoyo genuflexo convencional de las fuerzas armadas de la mayoría de las naciones, a partir de las transformaciones operadas en los mecanismos neocoloniales o imperialistas, desde fines de la “guerra fría” a comienzos de los años noventas.

Los poderosos grupos capitalistas que ubicaron, directamente, a sus representantes ejecutivos en el gabinete de la gestión presidencial macrista, responden a la “salida” de la gran crisis financiera planetaria desatada en el año 2008. El gerenciamiento privatista de los ministros de la agrupación “Pro” es puesto en práctica por personal jerárquico dependiente de los organismos crediticios y megabancos internacionales, entidades causantes de aquella coyuntura crítica. A su vez, ésta había devenido resultante de los movimientos especulativos desorbitados que generaron el ascenso neoliberal, entre finales de la década de los setentas y los años ochentas, reinado rubricado en el último decenio del siglo XX. Dicho proceso revulsivo y nefasto aconteció en el escenario cumbre de la caída del muro de Berlín, la “globalización” del pensamiento único postmoderno, que económicamente implicó, salvando las distancias, el retrotraimiento al capitalismo salvaje de raigambre decimonónica, y sobre las cenizas de un keynesianismo bienestarista, por otro lado ya caduco.

En el transcurso del apogeo triunfal del neoliberalismo, éste fogoneó mecanismos de transnacionalización y financierización, en el marco de un sistema capitalista “mundializado” promotor, a su vez, del aumento exponencial de las maniobras especulativas en la órbita planetaria de las finanzas, tanto en las naciones del primer mundo como así también en las “emergentes” y subdesarrolladas, reemplazando al fundamento de la acumulación y la distribución de bienes y riquezas basado en las inversiones al desarrollo de la producción. Tal fenómeno condujo a una dinámica de concentración del capital “global” en un número acotadísimo de actores económicos, lo cual propició una evolución progresiva que mutó nodalmente la esencia, los procedimientos de extracción de plusvalía, y hasta la propia estructuración de los grupos económico-financieros predominantes, a escala internacional (Beinstein). El mencionado proceso de acumulación capitalista remite, en lo sustantivo, a la propiedad de activos de carácter financiero, verbigracia documentación correspondiente a cancelación de deudas, obligaciones a futuro, y “papeles” derivados de esas operaciones, además de otros títulos fiduciarios, carentes de valores reales “físicos” y/o de representación de bienes tangibles, sino reflejando un compromiso que alguien debe pagar. Esos valores se denominan fiduciarios ya que se asientan en la “fe” acerca de que la obligación deudora emitida resultará resarcida, y portarían entonces una simple atribución especulativa. En consecuencia, “la especulación infló el valor de estos papeles, o sus derivados, creando una burbuja que en su momento estalló; cuando quienes estaban comprometidos a pagar no lo hicieron y se cortó la cadena de pagos, el sistema cayó como un castillo de naipes” (Dellatorre); ello ocurrió a partir del año 2008 en el escenario de los países centrales.

La peculiaridad específica de la descripta instancia crítica del sistema neoliberal, experimentada en el espacio mundial, consiste en que los Estados dotados de mayor poderío geopolítico, y económico-financiero, delegaron la resolución de esa grave coyuntura en el accionar, paradójicamente, de los organismos y entidades generadores y responsables de tal crisis, es decir las mismas corporaciones, empresas financieras y firmas bancarias. Era lógico, por ende, que la “salida” fuera promovida mediante las arcas públicas estatales, las cuales proveyeron el salvataje de los bancos en bancarrota, al recapitalizarlos con el propósito objetivo de que se encontraran en condiciones de “solidez” como para poder reiterar la concreción de los manejos puramente especulativos y volátiles, renovando sus operaciones, reciclando financieramente las burbujas.

El neoliberalismo sobrevivió a la coyuntura sistémica apremiante citada y, más aun, “salió” de ella repotenciado; a posteriori de esa “solución” acontecieron eventos de incidencia transnacional más agravada, como era de prever: los sectores globales enormemente beneficiados por dicho proceso se circunscriben elitistamente a ciertos grupos corporativos hiperconcentrados. La desregulación ilimitada del “mundo financiero” dieron pábulo a una condensación desmadrada de capitales rapaces, mientras que esta dinámica ocasionó, por ejemplo, a que el Deutsche Bank acumulase 75 billones de dólares merced a derivados financieros, monto que en 2015 equivalía a 22 veces el PIB alemán, y 4,6 veces el del conjunto de la Unión Europea (Beinstein). En América del Norte, sólo 5 entes bancarios estadounidenses atesoraron valores “derivados” que alcanzaron los 250 billones de dólares, equparables a 14 veces el PIB anual de los EE.UU., o 3,4 veces el PIB planetario. Los bancos señalados son Citigroup, JP Morgan, Goldman Sachs, Bank of America y Morgan Stanley, con vínculos fehacientes respecto del gabinete ministerial, u otras dependencias estatales, del P.E.N. argentino a cargo del frente político “Cambiemos”.

Un conjunto de ex-CEO´s de entidades financieras transnacionales de inversión forman parte, en el gobierno macrista, de la cartera de Hacienda y Finanzas, del BCRA, de la Comisión Nacional de Valores, de la ANSES, de la Unidad de Información Financiera, de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, del Banco Nación, e incluso del propio Ministerio de Desarrollo. JP Morgan constituye el ente que cuenta con mayor número de representantes en la administración pública del “Pro”, aunque también revistan en el mismo el Deutsche Bank, Morgan Stanley, Citigroup, Barclays, Merrill Lynch, Goldman Sachs y Chase Bank (Zaiat).

Un conglomerado de casi treinta gerentes ejecutivos, ligados previamente a alguna de esas corporaciones multinacionales, ejercen funciones públicas dentro de la gestión presidencial de Macri, mientras que la mayor parte de ellos se ha desempeñado de algún modo en Wall Street. Este arribo intempestivo llama la atención un país políticamente soberano y económicamente autónomo. El centro financiero mundial, ubicado en la “potencia del norte”, es proclive a ubicar en su propio gobierno nacional en determinadas funciones-clave a ciertos personeros de aquel ente, y ulteriormente poner en práctica su gran poder lobbysta a fin de obtener arbitrarias y discrecionales concesiones a favor de acentuar y extender impunemente sus descomunales negociados.

El “gerenciamiento Cambiemos” en la Argentina superó el desarrollo de la antedicha práctica local en los EE.UU., al ceder sin ninguna intermediación la conducción de algunos órganos estratégicos del Estado a los actores decisores, en última instancia, de la esfera financiera global de un capitalismo neoliberal, estructuralmente corrupto. Resulta, cuanto menos, de enorme patetismo que esa política exterior fuera presentada como el “reingreso del país al mundo”.

Dentro del panorama expuesto, el presidente argentino Mauricio Macri, junto a la empresa de su familia y funcionarios oficiales o allegados al “Pro”, se encuentran en el “candelero” del escándalo internacional desatado a través del relevamiento de los “Panamá Papers”. En efecto, ese grupo de personas está involucrado en la posesión de firmas o cuentas off shore en distintos paraísos fiscales del planeta, junto a otras múltiples denuncias de corrupción generalizada de “gobernantes”, socios y familiares.

NUESTRAS VOCES


Macri en su laberinto: preocupación por su vinculación con el escándalo de sobornos de Oderbrecht

Desde el gobierno temen por las consecuencias de la difusión de datos judiciales que salpiquen a Macri y a su entorno en relación a las coimas del gigante de la construcción brasileña.

Por Redacción APU


Las elecciones de Octubre se encuentran a la vuelta de la esquina y el avance de la Justicia Federal en la investigación por coimas y sobreprecios en el país llevada adelante por el gigante de la construcción brasileña Oderbrecht, mantiene en estado de preocupación al Presidente de la Nación, Mauricio Macri. Una de inquietudes presidenciales se vinculan a las consecuencias electorales de la difusión de datos judiciales que salpiquen a Macri y su entorno cercano. Ya son dos los miembros del mismo que se encuentran señalados por estar vinculados al escándalo de la constructora carioca. Desde el Gobierno temen que el avance de la investigación produzca otro efecto “Correo Argentino”. En esa ocasión, el presidente en conferencia de prensa tuvo que reconocer el “error”  escandaloso de la auto condonación de la deuda de la empresa estatal por un monto de 70 mil millones de pesos. 

En este marco, trascendió el lunes 22 de mayo que el fiscal federal Federico Delgado solicitó al juez Sebastián Casanello que se investiguen las llamadas telefónicas de las autoridades de la firma brasileña entre el 2006 y el 2015. La investigación se centra en posibles sobreprecios para realizar modificaciones en una planta potabilizadora sobre el río Paraná de las Palmas. Uno de los que se encuentra en el eje de la tormenta por la vinculación a Odebrechet es Gustavo Arribas, el jefe de inteligencia de la AFI. El funcionario macrista y amigo personal del presidente (Macri le alquila su departamento personal) fue vinculado por la declaración del lobista Leonardo Meirelles quien lo señaló por transferencias bancarias por más de 900 mil dólares. Anteriormente ya lo había señalado en otra causa por transferencias por un monto de 600 mil dólares. Sin embargo, Arribas fue sobreseído sin que se profundizará sobre la investigación de los hechos por el juez federal Rodlfo Canicoba Corral. Además, el fiscal macrista Germán Moldes decidió no apelar la sentencia. El hecho motivó que diputados de la oposición fundamentarán públicamente que el accionar de Moldes justificaba el planteo de un juicio político. En esta nueva declaración, Meirelles afirmó que las transferencias eran para "coimas" y las consecuencias judiciales de la declaración se mantienen abiertas.

Por otro lado, la constructora IECSA del primo del presidente, Angelo Calcaterra, estuvo vinculada al pago de coimas relativas a las obras del Soterramiento del Ferrocarril Sarmiento. En febrero de este año, el sitio del O Estadao do Sao Paulo confirmó la relación Oderbrecht-IECSA, a través de anotaciones y correos electrónicos der Mauricio Couri Ribeiro, ejecutivo de Odebrecht. El hombre de Oderbrecht dejó textos que prueban los encuentros con representantes de IECSA para pactar coimas.

Por su parte, la ex presidenta Cristina Fernandez de Kirchner se refirió en las redes sociales a los hechos que preocupan a Macri y denunció  su accionar y el de su entorno. “No hablo de los 70 mil millones que se autoperdonó de la deuda del Correo. Hablo de otros 45 mil millones de pesos que se otorgó para terminar la obra del soterramiento del Sarmiento”. Además, la ex mandataria agregó “Macri otorgó a sola firma por adjudicación directa, incumpliendo la licitación, $45.000 millones a su familia, a su primo socio de Odebrecht.” Las derivaciones de las investigaciones de Oderbrecht y sus posibles consecuencias sobre la familia y entorno presidencial siguen abiertas.



3-Blogueros:

Temer ya no les sirve

Por Alfredo Serrano Mancilla


En los golpes del siglo XXI en América Latina han cambiando mucho las cosas. El nuevo formato ya no tiene una cara visible militar. Estos nuevos golpes son parlamentarios, con el poder judicial-comunicacional-económico haciendo su trabajo. Sin embargo, esto no es lo único que es novedoso. El otro aspecto crucial, que quizás haya pasado más desapercibido, es que estos nuevos golpes siempre cuentan con un ejecutor que se queda en el cargo mientras la derecha gana tiempo para buscar al verdadero candidato que debe gobernar el periodo posterior.

En el 2009 en Honduras fue Roberto Micheletti quién se quedó como Presidente transitorio luego de sacar a Manuel Zelaya de su legítimo cargo. Pero duró poco. Se logró la interrupción democrática, se sacó al Presidente electo, y luego vino Porfirio Lobo por la vía electoral, y más tarde Juan Orlando Hernández. Algo similar ocurrió en Paraguay en 2012. Se dio el golpe contra Fernando Lugo, y Federico Franco se quedó en su puesto sin necesidad de acudir a elecciones. Pero éste no se iba a quedar por mucho tiempo porque la idea era abrir la cancha para que llegara rápidamente el verdadero candidato de la derecha, Horacio Cartes, para darle estabilidad al proceso de restauración conservadora.

Lo mismo es lo que sucede hoy en Brasil. Michel Temer fue el ejecutor del golpe contra Dilma Rousseff. Asumió el 31 de agosto del 2016 sin necesidad tampoco de acudir a las urnas para implementar un conjunto de medidas económicas neoliberales en tiempo record. Privatizaciones y recortes que fueron ejecutados a gran velocidad para asentar las bases del nuevo modelo económico y social. Todo esto, unido a ser el verdugo más visible contra la democracia, le llevó a tener una popularidad por debajo del 10%. La ofensiva de la derecha es salvaje pero no estúpida. Por ello, ahora le toca sacrificar a Temer porque ya no sirve. Fue de usar y tirar.

Es por ello que el emporio O Globo, verdadero actor ordenador del Brasil, le hace la jugada para sacarlo rápidamente del tablero. La derecha necesita orden y estabilidad en Brasil, y por ello, se necesita un nuevo Presidente, resplandeciente e impoluto, con mayor respaldo popular. Temer hizo el trabajo sucio y ahora toca limpiarle la cara al golpe.

Y entonces ya se atisba a los nuevos candidatos para gestionar la ofensiva neoliberal con una cara más amigable. Uno, Joan Doria, y dos, Cármen Lúcia Antunes. El primero ganó elecciones el pasado octubre para ser Prefecto de Sao Pablo con un alto caudal de votos. Se presenta como representante de la pos política aunque tuvo algunos cargos públicos menores. Este supuesto outsider de la política, publicista, empresario televisivo y presentador de programas, parece que es el elegido por los mercados para dirigir a Brasil hacia el abismo. Seguramente no aceptará ser interino y querrá acudir a la batalla electoral. La otra persona elegida por el establishment es Cármen Lúcia Antunes, representante del aparato judicial, presidenta de la Corte Suprema, a quién le tocaría asumir mientras que se convoquen elecciones. Quizás, sea también la próxima candidata para cuando se abran las urnas.

De esta maquiavélica forma, se lustra la fachada democrática tras un golpe. Temer desaparecerá como por arte de magia como así lo hicieron Micheletti en Honduras y Franco en Paraguay. Este es el rol que tienen los operadores transitorios para poner fin al régimen democrático y abrir otro que debe aparentarlo. La nueva época golpista tiene sus propios manuales con su modus operandi. Temer ya cumplió su trabajo. Que pase el siguiente.




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